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soyunatetera

Las cinco historias del viernes
Singing: The Vines - Ride

Las cinco historias del viernes   <FONT SIZE=1><BR><I>Singing: The Vines - Ride</I> <BR RIGHT></FONT> Las cinco de hoy son un poco diferentes; consisten en escribir una breve historia cuyas últimas frases sean las dadas. Hace tiempo que no escribía relatos de ningún tipo, y ésto me ha servido para entrenarme, a ver que os parece!

1) Déjalo en mis manos.
Esto es un mensaje de aviso. Por favor, escúchame. Por favor... Ella puede encontrarlo en cualquier momento y entonces todo se habrá acabado.
Apaga tu ordenador. Parece una locura, pero tienes que hacerlo; apaga tu ordenador, no cojas el teléfono y no veas la televisión; Ella estará allí. Oh Dios, no se si ya es tarde. Creo que me ha encontrado...
A lo mejor he exagerado un poco. Jajaja, no te lo tomes en serio. Juega un rato, este juego es muy adictivo. No te desconectes. No te preocupes por nada. Déjalo en mis manos.

2) ... no es lo que parece
La culpa de todo la tuvo el gato, doctor. Ese maldito animal... supongo que escucharía algo en la calle que lo asustó, o vió una sombra en algún sitio y se puso a perseguirla. !Ay, eso duele! ¿No podrían poner anestesia? Bueno... El caso es que yo estaba desmontando el secador de pelo de mi mujer para arreglarlo cuando escuché al gato maullando como loco, claro, eso es lo que oyeron los vecinos. Claro, acababa de ducharme. Por eso estaba desnudo. Si, fue una imprudencia andar con un aparato eléctrico estando desnudo, pero ¿cómo iba a imaginar que los cables se me iban a enredar... ahí? La culpa la tuvo el gato... ¿Que cómo acabó el gato ahí? Pues no se, saltaría encima mía buscando algo o persiguiendo algo... le dió al interruptór eléctrico sin querer... y calculó mal el salto y acabó cayendo de culo justo encima de mi p... oiga, no se ría. Se lo juro, es lo que pasó. De verdad. No es lo que parece.

3) ... y se subió la cremallera.
Llevaba años admirándola desde lejos. La belleza rubia que todos codiciaban desde que tuvieron edad de mirar chicas. Ella nunca se fijaría en él, nunca le hablaría siquiera. Sólo en sus sueños húmedos ella se acercaba, sonriendo, y le susurraba al oído todo lo que su mente de quinceañero pervertido quería oir.
Aquella mañana fue diferente. La vio flotando por el pasillo, perfecta como siempre. Casi pudo sentir la cámara lenta capturando cómo se le acercaba. Porque se acercaba. Y le miraba a él. Y le sonreía.
Su corazón dio un vuelco. Aquello no era un sueño, estaba bastante seguro. Probablemente pasaría de largo, estaría mirando a otra persona detrás de él, cambiaría de rumbo... pero no. Seguía con los ojos clavados en él, no había nadie detrás, ni delante, ni en el resto del universo, tan sólo ellos dos.
Ella le alcanzó y se inclinó para susurrarle algo al oído. Él se estremeció de placer, esperando alguna de las muchas frases que deseaba oir de sus labios.
Pero no dijo nada de lo que él se imaginaba. Ella se alejó riendo, mientras él se puso más colorado que nunca en toda su vida y se subió la cremallera.

4) ... nunca antes me había pasado.
Todos los fines de semana eran lo mismo. La recogía, íbamos al cine, tomábamos un refresco, nada de alcohol, hay que conducir, quizá comer algo, nada con mucha grasa, queremos arterias limpias, la llevaba a casa, beso en la mejilla, sonrisa, hasta mañana, a casa, ver la tele un rato, quizá leer, dormir pronto, mínimo ocho horas. Todos los fines de semana eran lo mismo. Por eso me sorprendí tanto cuando desperté en su cama, ella inmóvil a mi lado, todo manchado de rojo, el color de la pasión, el color de la ira. Pero aquello era distinto. Ya no podía repetirse. No podría convertirse en rutina. No sabía qué hacer. Era algo que nunca antes me había pasado.

5) ...y el mio es más grande.
Siempre me ha gustado la vista desde aquí. Da vértigo, ¿verdad Pablo? Ya, a ti nunca te ha dado miedo ese tipo de cosas. Eres un hombre valiente, ¿verdad? Capaz de hacer cualquier cosa, como quitarle la novia a un amigo... No no, no te preocupes. Ya te he perdonado por aquello. Seguimos siendo amigos, jajaja. Lo entiendo. A veces hay que hacer cosas por amor. Cosas que no te gustan, pero hay que hacerlas. Por eso no me gustaría oírte gritar mientras caes. Porque tienes que entenderlo, Pablo. Has hecho cosas horribles para salvar tu amor. Y el mío es más grande.

3 comentarios

Barmatal -

Jejeje gracias! tengo una buena maestra ;)

petalo -

que bonitos!! me han gustado mucho, yo no me he acordado de hacer las cinco de este ultimo viernes, a ver si saco un ratito.. muy chulis!! un besazo

Jubilee de los Retos Largos -

Oeeeeeee!! 5 mini retos!! Me gustan mucho, sobre todo los impares, es decir, el primero que me recordó a Lain y a Sádako, el tercero (como Ender) que me rei mucho, y el último porque es genial el modo en el que has usado la frase. Plasplasplasplas.

Y luego me dices a mí...