Indignao me tienen...
Cuento la cosa desde el principio, quedará largo pero me da igual, me tengo que desahogar. Estando de exámenes este enero llaman a mi casa del hospital para sacarme la muela del juicio. Como estoy de exámenes mi padre (que fue el que cogió el tlf) dijo que no podía en esas fechas, así que la mujer dijo que la llamara yo cuanto antes. Cuando la llamo resulta que me ha dado de baja en la lista de espera o algo, no me entero muy bien porque la mujer (Maria Antonia se llama) parecía estar cabreadísima conmigo por estar de exámenes o algo, incluso se me pone borde porque le dije que no lo entendía. El caso es que paso de ella porque cuando estoy de exámenes paso de todo el mundo, y ya está.
Acabo los exámenes y el mismo día recibo una carta del hospital que se supone que debo firmar y devolver para darme de baja, etcétera, así que voy al hospital y conozco personalmente a ella. La Señorita Maria Antonia (que parece que es famosa, allí hasta el de la entrada la conocía por su nombre) tiene la oportunidad de echarme la bronca en persona por no haber mandado la carta, y contarme lo caro que es preparar un quirófano por mi culpa, que vamos, tendría que darles a todos ellos mis bienes materiales y ofrecerles mi alma inmortal. Así que me da cita para el lunes (este lunes) y yo, pollo de mi, le digo que sí y me voy antes de que empiece a crecer y ponerse verde y (Dios mio, no) se le rompa toda la ropa.
Claro, capullo de mi, me olvidé de que esta semana tengo rodaje! así que cuando me acordé di la vuelta y volvi a enfrentarme con la bestia... ella... la señorita Maria Antonia. Voy de buen rollito y le cuento la historia (que tengo un rodaje al dia siguiente, que si me lo podía cambiar a otro día...) y me dice que no. Que ella no está ahí para atender a un paciente sino para atender a mil (pues si los atiende igual...) y se me vuelve a poner igual que antes. joder, teniendo en cuenta que veinte minutos antes me había dado a elegir cualquier día de esta semana, podía haber sido un poquito más comprensiva (pensé en sobornarla con una noche con Orlando Bloom, pero sería incapaz de hacerle eso a Orlandín).
El caso es que la semana pasada me digo "pues elijo, o voy al rodaje con la cara como una calabaza o no me opero", así que decido no operarme y llamo al hospital para que me vuelvan a echar la bronca o algo.
Como no tenía ya el teléfono de La Señorita Maria Antonia llamo al hospital para que me la pasen.
Bueno, como dicen los ingleses long story short: 10 teléfonos distintos, una hora y media llamando el viernes por la mañana, media hora por la tarde y el sábado por si acaso) y no conseguí hablar con nadie que me pudiera anular la cita hasta el mismo lunes a las 9 (una hora antes de mi operación, con lo que nadie pudo aprovechar mi hora). Ahora espero una nueva llamada de... La Señorita Maria Antonia que probablemente me dará de baja en la lista (ya me da igual) o me dará cita para algún dia que me venga mejor a elegir entre el 31 de diciembre a las 23:00 o el día antes de mi examen final de Diseño a las 3:00 de la mañana. Por supuesto, totalmente cabreada.
En fin, me voy a ver Everwood. Que durmáis bien y no soñeis con... La Señorita Maria Antonia
Acabo los exámenes y el mismo día recibo una carta del hospital que se supone que debo firmar y devolver para darme de baja, etcétera, así que voy al hospital y conozco personalmente a ella. La Señorita Maria Antonia (que parece que es famosa, allí hasta el de la entrada la conocía por su nombre) tiene la oportunidad de echarme la bronca en persona por no haber mandado la carta, y contarme lo caro que es preparar un quirófano por mi culpa, que vamos, tendría que darles a todos ellos mis bienes materiales y ofrecerles mi alma inmortal. Así que me da cita para el lunes (este lunes) y yo, pollo de mi, le digo que sí y me voy antes de que empiece a crecer y ponerse verde y (Dios mio, no) se le rompa toda la ropa.
Claro, capullo de mi, me olvidé de que esta semana tengo rodaje! así que cuando me acordé di la vuelta y volvi a enfrentarme con la bestia... ella... la señorita Maria Antonia. Voy de buen rollito y le cuento la historia (que tengo un rodaje al dia siguiente, que si me lo podía cambiar a otro día...) y me dice que no. Que ella no está ahí para atender a un paciente sino para atender a mil (pues si los atiende igual...) y se me vuelve a poner igual que antes. joder, teniendo en cuenta que veinte minutos antes me había dado a elegir cualquier día de esta semana, podía haber sido un poquito más comprensiva (pensé en sobornarla con una noche con Orlando Bloom, pero sería incapaz de hacerle eso a Orlandín).
El caso es que la semana pasada me digo "pues elijo, o voy al rodaje con la cara como una calabaza o no me opero", así que decido no operarme y llamo al hospital para que me vuelvan a echar la bronca o algo.
Como no tenía ya el teléfono de La Señorita Maria Antonia llamo al hospital para que me la pasen.
Bueno, como dicen los ingleses long story short: 10 teléfonos distintos, una hora y media llamando el viernes por la mañana, media hora por la tarde y el sábado por si acaso) y no conseguí hablar con nadie que me pudiera anular la cita hasta el mismo lunes a las 9 (una hora antes de mi operación, con lo que nadie pudo aprovechar mi hora). Ahora espero una nueva llamada de... La Señorita Maria Antonia que probablemente me dará de baja en la lista (ya me da igual) o me dará cita para algún dia que me venga mejor a elegir entre el 31 de diciembre a las 23:00 o el día antes de mi examen final de Diseño a las 3:00 de la mañana. Por supuesto, totalmente cabreada.
En fin, me voy a ver Everwood. Que durmáis bien y no soñeis con... La Señorita Maria Antonia
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